Explora la rutina de los niños mexicanos que, desde pequeños, deben trabajar en el campo junto con sus familias; un retrato de la lucha diaria por sobrevivir en una realidad que se repite generación tras generación.
Eugenio Polgovsky dedicó su obra cinematográfica y audiovisual a los habitantes del México rural y al estudio de las fronteras entre la naturaleza y la civilización moderna. Recibió cuatro premios Ariel, el fondo Hubert Bals del Festival de Cine de Róterdam, el Premio José Rovirosa UNAM y el Premio Joris Ivens del festival Cinéma du Réel, entre más de treinta reconocimientos internacionales.