Samantha Flores es una mujer trans de 84 años, quien es registrada mediante el lente de Carlos Morales, centrándonos en su vivacidad envidiable y una alegría que cruza el monitor hasta sacarnos una sonrisa.
La felicidad en la que vivo (2020) busca crear un retrato condensado de la mujer que ha formado parte de los titulares desde hace algunos unos años, gracias a su iniciativa de crear un espacio para ancianos LGBT+. “¿Tú conoces a alguien, a un abuelito gay?”, pregunta Samantha al director y su equipo. Luego de un silencio, ella se responde “Somos invisibles… porque sí existimos, sí estamos, sí somos”.
Hoy por hoy, Laetus Vitae (Vida Alegre, en español) existe como lo soñó: un espacio de esparcimiento para adultos mayores LGBT+; pero la instantánea que busca Morales en cada toma va más allá de los esfuerzos de Samantha como activista, se centran en todo aquello que no es tan común ver cuando se habla de una comunidad marginada; los momentos de luz, aquellos por lo que sabemos que vale la pena luchar.
A lo largo del cortometraje, Samantha toma prestadas las palabras de Pita Amor en “Letanía de mis defectos”. Un poema que busca ser una enumeración de aquellas características detestables, que con la voz decidida de Samantha toma algunos sesgos de femme fatale a la usanza de la Época de Oro del cine mexicano, y se vuelve un estandarte de empoderamiento. La felicidad no se encuentra en ignorar lo malo, sino en aceptarlo como parte inevitable de la vida:
Sí, mami… Pasé cosas horribles, pero si las volviera yo a pasar diez veces peores con tal de ser Samantha Flores, las volvería a pasar con mucho gusto, porque soy muy feliz siendo Samantha Flores”.
La felicidad en la que vivo está sustentada en las pequeñas alegrías de Samantha, imaginar que baila en un escenario cuando escucha mambo, darles néctar a los colibríes en su ventana, ir a Bellas Artes a escuchar música clásica; una vida simple que deja un regusto dulce en el corazón.
El remedio perfecto para estos tiempos peculiares.
Este documental es el segundo trabajo de Carlos Morales, director galardonado con el Ariel por su ópera prima Sinfonía de un mar triste (2017). La felicidad en la que vivo estará disponible el 4 de mayo en Ambulante en Casa, como parte del Programa 2 de cortometrajes de la sección Pulsos; estará acompañado de Síntomas, de Dalia Huerta Cano.
Norahenid Morales es escritora. Egresada de la Universidad del Claustro de Sor Juana, ha publicado en diversos medios digitales. Actualmente es asistente editorial en Ambulante.