En México, la falta de trabajo en pueblos y comunidades obliga a las personas a emigrar a las ciudades en busca de oportunidades y mejores ingresos. Ese es el caso de Justino, originario del pueblo de Muchucuxcáh, en la península de Yucatán, quien después de viajar a Cancún y encontrar ahí problemas y sufrimiento, decidió regresar a su pueblo y aprender a trabajar la madera. Justino demuestra cómo el hombre puede interactuar con la naturaleza y su entorno para tener un trabajo digno.