Ver a alguien que amas sufriendo no es fácil. Verlos sufrir a través de una adicción, tratando de recuperarse una y otra vez con poco o ningún éxito es devastador. Y hacer esto al mismo tiempo que documentas cada paso en su recorrido es desalentador. Esto es exactamente lo que hace Eva Villaseñor en su conmovedor documental M. Ella nos lleva dentro de la vida de su hermano Miguel Ángel Villaseñor, que es mejor conocido como el rapero de Aguascalientes, TankeOne.
Vemos la vida de Miguel a través de sus relaciones personales, actuaciones musicales y encuentros con la policía; pero su camino a la sobriedad ocupa el lugar central en esta película. El documental plantea la pregunta: ¿cómo sobrevivir no sólo al mundo sino a uno mismo? El hermano de Villaseñor se enfrenta a esta pregunta, mientras lidia con una batalla contra la adicción y la depresión. Además, como unos de los pioneros del rap mexicano, su fama gira en torno a la violencia, las drogas y el machismo, lo que dificulta a veces mantenerse a flote. Hay un momento en el documental en el que incluso él nota la diferencia entre “Tanke” y “Miguel”, y su deseo de elegir ser sólo Miguel.
En menos de 50 minutos, recibimos algunos de los momentos más personales de la vida de Miguel, así como su hermana y directora, Villaseñor, es capaz de producir una significativa atmósfera íntima.
Uno de los momentos más desgarradores del documental es cuando somos testigos de cómo Miguel toca fondo, y aunque no vemos el intercambio, escuchamos sus embriagadoras proclamaciones de vergüenza y la admisión de sus pensamientos suicidas a diario. Cuando escuchamos las lágrimas de Villaseñor detrás de cámara, recordamos la profunda conexión personal que tiene con su sujeto y que, a veces, al explorar alguna verdad humana, nos enfrentamos a las adversidades de la existencia.
M es una poderosa representación de la realidad del comportamiento humano, le da amplitud y profundidad a sus complejidades, lo que nos muestra que nunca es fácil salir del laberinto de la vida. A veces no tenemos más remedio que preguntar dónde estamos y cómo salimos de ahí, en esos momentos mostramos de qué estamos hechos.